Especialistas advierten que los adultos también deben vacunarse para prevenir enfermedades graves  

Foto: COFA

En el marco de la Semana de la Vacunación en las Américas promovida por la OPS, los profesionales de la salud ponen el foco en la importancia de sostener esquemas de vacunación completos desde la infancia hasta la adultez para mejorar la calidad de vida y evitar las graves consecuencias que pueden provocar las enfermedades.

publicidad

Aunque muchas personas asocian la inmunización con la infancia, la evidencia médica indica que mantenerse al día con las vacunas recomendadas en la adultez es igual de relevante, sobre todo para quienes presentan factores de riesgo.

“Hace años que estamos intentando revertir la idea de que la vacunación es solo para niños”, afirma Miriam Rozenek (MN 75773), infectóloga y geriatra del Hospital Italiano. “La vacunación es prevención en los niños, en los adultos y en los adultos mayores. En cada etapa hay vacunas específicas que ayudan a evitar complicaciones graves, hospitalizaciones y hasta la muerte”, advierte.

Desde la Organización Panamericana de la Salud (OPS) remarcan que la caída en los niveles de vacunación en América es preocupante: el continente está atravesando el mayor riesgo de rebrotes de enfermedades prevenibles de los últimos 30 años. En este contexto, Argentina cuenta con un calendario amplio y gratuito, pero aún enfrenta desafíos para alcanzar mejores tasas de cobertura. “El calendario de vacunación brinda la mayor protección posible. De ahí que los esquemas incompletos presenten un mayor riesgo de enfermedad”, asegura Alejandro Ellis (MN 61075), infectólogo infantil y miembro del Comité Nacional de Infectología de la Sociedad Argentina de Pediatría.

Vacunarse, por otro lado, contribuye a reducir el uso del sistema de salud, ya que evita internaciones y permite preservar la calidad de vida de todas las personas. “La vacunación impacta directamente en la independencia funcional, en la capacidad de seguir viviendo activamente. No es solo evitar una enfermedad, es poder seguir teniendo una vida plena”, resume Hebe Vázquez (MN 58353), infectóloga y coordinadora del grupo de trabajo de vacunas de FUNCEI.

¿Contra qué es importante protegerse en esta época del año?

Si bien es importante estar al día con las vacunas del calendario, en los meses fríos, cuando los virus respiratorios circulan con mayor intensidad, resulta fundamental reforzar la protección contra la gripe, el neumococo y el virus sincicial respiratorio (VSR). “El objetivo principal de las vacunas no es solo prevenir un resfriado o una gripe leve, sino evitar que una infección dispare otras complicaciones en personas con enfermedades de base. A veces una afección respiratoria aparentemente leve puede ser el desencadenante de una internación o un evento cardiovascular”, explica Rozenek. En ese sentido, Ellis resalta que “todas las enfermedades prevenibles por vacunas son importantes, ya que sufrir una complicación grave es dramático tanto para la persona como para su familia”.

El virus sincicial respiratorio es una de las principales causas de bronquiolitis en niños pequeños, pero también puede provocar enfermedades respiratorias graves en adultos, como la neumonía, sobre todo en personas mayores de 60 años y en quienes tienen enfermedades crónicas como asma, EPOC, diabetes o insuficiencia cardíaca2.

“En los adultos mayores, el VSR puede causar síntomas muy parecidos a los de otras infecciones respiratorias, como la gripe o el COVID-19. Justamente por eso, muchas veces no se diagnostica correctamente y se subestima su impacto. Esto es un problema, porque el VSR no solo puede provocar una infección respiratoria grave, sino que también puede empeorar enfermedades crónicas preexistentes. En estos casos, aumenta el riesgo de hospitalización y de complicaciones que pueden afectar seriamente la salud”, explica Vázquez.

Derribar mitos, construir confianza

Tanto Rozenek como Vázquez coinciden en que uno de los principales desafíos es combatir los mitos sobre la vacunación que todavía circulan entre toda la población. Muchas personas creen que ya no necesitan vacunarse, que ya están protegidas o que las vacunas pueden tener efectos adversos serios. “Las vacunas tienen décadas de trayectoria y han demostrado su eficacia en la prevención de enfermedades. Las más nuevas también son seguras: antes de aprobarse, pasan por ensayos clínicos muy rigurosos”, indica Vázquez.

Ellis, por su parte, subraya la importancia de la concientización: “La educación, en forma empática y asertiva, ha demostrado que modifica significativamente la conducta de vacunar, tanto en niños como en adultos. Como pediatras y médicos de la familia nuestro rol debe ser ayudar a que los padres también estén inmunizados con las vacunas que correspondan a su edad y condición”.

Además, los especialistas reconocen que en ocasiones no es una cuestión de miedo, sino de relevancia. “Muchas veces la vacunación no es una prioridad para los adultos, que consultan por problemas más urgentes, mientras dejan relegada a la prevención. Por eso es importante que los profesionales de salud tomen la iniciativa y hablen activamente de vacunación en cada consulta”, agrega Rozenek.

La Semana de la Vacunación en las Américas es una campaña regional impulsada por la OPS desde 2003 que busca promover el acceso equitativo a la inmunización en todos los países del continente, con especial atención en las poblaciones más vulnerables. Esta iniciativa está alineada este año con la Iniciativa para la Eliminación de Enfermedades, una estrategia aprobada en 2019 que apunta a erradicar más de 30 enfermedades transmisibles para 2030. Ambas acciones forman parte de una política regional que reconoce a la vacunación como una herramienta clave para reducir desigualdades, prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida.

Vacunarse no solo previene enfermedades, también permite mantener una vida activa, saludable e independiente.

En el marco de la Semana de la Vacunación en las Américas, los especialistas insisten en no perder de vista esta posibilidad. “La vacunación es una herramienta concreta para vivir mejor”, resume Rozenek. A lo que Vázquez agrega: “Un estudio liderado por la OMS en 2024 reveló que en los últimos 50 años las vacunas salvaron 154 millones de vidas en el mundo, lo que equivale a seis vidas por minuto cada año. Por eso, no hay que perder de vista que son seguras y efectivas y constituyen un derecho, una obligación y un acto solidario”.

Noticia patrocinada por