Ranchos y Loma Verde en “El Techo de la Patagonia”

Montañistas de nuestro distrito realizaron la ascensión al icónico volcán de la cordillera del viento, en la provincia de Neuquen.

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En esta expedición se sumaron otros deportistas de distintos puntos de la provincia, e incluso de Córdoba, quienes hicieron cumbre este sábado en la cima más alta de la Patagonia.

De la expedición formaron parte, Juan Pablo Uribarri (Ranchos), Ángel Godoy y Marcelo Espinola (Loma Verde), Diego Pérez (Hurlingham), Alexis isla (Temperley), Oscar Raúl (Eseiza) y Leo Páez (Córdoba), quienes cuentan con una vasta experiencia en este tipo de desafíos.

Conocido como el «Techo de la Patagonia», el Volcán Domuyo presenta terrenos asombrosos, desde las estribaciones semi-desérticas de los Andes hasta formaciones rocosas volcánicas moldeadas por millones de años de erosión. Amplias zonas libres de nieve y empinadas crestas, que ofrecen vistas impactantes de los picos y valles circundantes.

 “El objetivo era hacer cumbre en el cerro más alto de la Patagonia, ubicado en el norte neuquino: El Volcán Domuyo de 4709 metros, denominado ‘techo de la Patagonia’”, explicó Juan Pablo.

La expedición de 5 días, tuvo su epílogo con el objetivo cumplido por todos los integrantes del grupo, menos Oscar Raúl y Marcelo Espinola, quienes no pudieron completarlo. Sin embargo, es de destacar que todos se encuentran bien, y satisfechos por la tarea realizada.

“Salimos a las 3 de la madrugada, logrando la cumbre a las 11 hs. y regresando al campo base a las 16 horas – detalla Uribarri, agregando que –  fue una jornada de mucho frio, y vientos de 55 km por hora”.

Si bien es una montaña de menos de 5.000 metros de altura, su desnivel de casi 3.500 metros desde el campamento base, la convierten en un ascenso exigente a pesar de baja dificultad en el terreno y la progresión hacia la cumbre, por lo que, para ser parte de esta travesía se requiere un alto nivel físico.

Según expertos alpinistas, “este trekking es una experiencia única que ofrece unas vistas impresionantes de la Patagonia. La caminata es desafiante, pero la recompensa vale la pena”.

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