Desde el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI), reiteraron su preocupación por la escasez de suministros médicos esenciales y por el fuerte aumento de los costos de los materiales. “La situación afecta la atención de urgencias por infartos u otras condiciones cardiológicas y cerebrovasculares”, advirtieron
La falta de insumos médicos se ha convertido en los últimos meses en un problema grave que afecta a diversas especialidades del sistema de salud. La situación de escasez de suministros “pone en riesgo la calidad de la atención de los pacientes, especialmente de aquellos casos con riesgo de vida”, señalaron desde Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI).
A fin de octubre, seis sociedades científicas cardiológicas alertaron mediante una carta pública la gravedad que atravesaba el sector por la falta de insumos médicos indispensables para trabajar y salvarle la vida a sus pacientes.
La semana pasada el alerta provino de la Confederación de Asociaciones de Diálisis de la República Argentina (CADRA), que manifestó que se están agotando las reservas disponibles de insumos importados, sales y cloruros entre otros, indispensables para la preparación de los concentrados con los que se efectúan las sesiones de diálisis, como así también jeringas, cateters, líquidos peritoneales, etc..
La situación económica del país es protagonista en este estado de cosas, a raíz de las dificultades para importar los materiales necesarios por la falta de dólares autorizados por el gobierno.
Y ahora, desde el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) reiteraron su preocupación por la falta de insumos médicos esenciales, el aumento indiscriminado de los costos de estos insumos a causa de las restricciones en la importación y los bajos honorarios que se les reconocen a los médicos en relación con su responsabilidad, preparación y conocimientos adquiridos; ‘todo ello conforma una combinación letal para la atención de la salud cardiovascular’, afirmaron.
“La situación, lejos de comenzar a solucionarse, se mantiene sin cambios. Las autoridades no demostraron haber escuchado el reclamo mayoritario de las diferentes sociedades médicas que representan a un sector que está gravemente afectado por una situación que pone en riesgo la calidad de la atención de los pacientes, especialmente de aquellos casos con riesgo de vida, como sucede con las enfermedades cardiovasculares”, afirmó el doctor Martín Cisneros, cardioangiólogo intervencionista, presidente del CACI.
Entre otros implementos de utilización frecuente en las prácticas médicas por cateterismo, escasean stents, que son los dispositivos que se utilizan en la angioplastia para sostener el flujo sanguíneo que se encontraba obstruido. También hay faltantes de distintos componentes como catéteres que se introducen en el interior de la arteria y material de contraste para guiar el procedimiento, entre otros.
“Nos faltan variedades de stents. En la práctica diaria, en lugar de colocar uno de 3 centímetros de diámetro ponemos dos de 2,5. Pero hay otros insumos, como el líquido de contraste que no se puede reemplazar. Estamos regulando su uso lo mejor posible. No sabemos cómo va a terminar esta situación y no vemos medidas para solucionar esto. Entendemos que el país tiene problemas importante pero creemos que el sector salud es un pilar y debe ser atendido correctamente”, explicó a Infobae el doctor el doctor Alejandro Palacios, ex presidente del CACI.
“Fuimos a la secretaría de comercio, junto a distintas sociedades cardiologías. Dijeron que lo iban a solucionar el tema de la falta de insumos médicos, pero no pasó nada. La propuesta del semáforo fue humo. Respecto a este semáforo, fuimos en una situación de verde a amarillo y ahora está de amarillo a rojo”, agregó Palacios.
Los reclamos de falta de insumos médicos en octubre motivaron una reunión clave que ocurrió a principios de noviembre con representantes del Ministerio de Salud de la Nación y la Secretaría de Comercio, en la que se decidió implementar el famoso “semáforo” donde las sociedades médicas alertarían con diferentes colores, la falta de stock de insumos médicos para las prácticas diarias a fin de “identificarlos administrativamente” mediante el señalamiento del producto determinado y precio del mismo para autorizar su importación.
“Luego de nuestros reclamos en octubre pasado, se conformó una mesa de negociación con empresarios y funcionarios nacionales, se destrabaron algunas situaciones y los centros de diálisis, especialmente los más pequeños, pudimos seguir atendiendo. Sin embargo ahora el tema alcanza otro cariz ya que hoy no nos reciben, ni atienden los teléfonos en el Ministerio de Salud y está en serio riesgo la prestación de la diálisis a más de los 30.000 pacientes diseminados en todo el país, debido a que se están terminando las reservas de insumos importados y no se está permitiendo el ingreso de los mismos desde el exterior”, había dicho la semana pasada a Infobae el doctor Jorge Abdala, presidente de la Confederación de Asociaciones de Diálisis de la República Argentina.
Y Palacios agregó: “Los proveedores médicos nos informan que cualquier importación está toda suspendida por falta de dólares. Y somos nosotros los médicos quienes debemos hablar con un paciente a las 3.30 de la madrugada para decirle que un procedimiento no se puede realizar por esto. No está el Secretario de Comercio a esa hora dando la cara frente a los pacientes. Hasta que no se liberen dólares para importar no se resuelve el problema”.
“Está en crisis la atención de las urgencias, tanto sea por infartos coronarios u otras condiciones cardiológicas y cerebrovasculares. Los especialistas, en lugar de concentrarnos en la realización del procedimiento, tenemos que estar pendientes de conseguir los insumos mínimos necesarios para su realización y, muchas veces, trabajar en condiciones muy precarias”, sostuvo el doctor Juan José Fernández, también cardioangiólogo intervencionista, vicepresidente del CACI.
La presidenta de la Fundación Cardiológica Argentina, la doctora Ana María Salvati, se refirió esta mañana a la situación de escasez de los suministros médicos y dijo: “La falta de insumos se ha ido incrementando en el curso de este año, que realmente ha sido muy difícil para la salud y hemos llegado a niveles críticos de falta de insumos. Estamos en una situación que se ha transformado en muy preocupante para la salud”.
“Somos la cara visible para el paciente cuando cambiamos los procedimientos por falta de insumos, porque no nos llegan los materiales y no podemos hacer los procedimientos. Muchas veces nos vemos obligados a posponer (intervenciones quirúrgicas) y recibimos la agresión, obviamente involuntaria, por la angustia que genera en el paciente y su familia”, agregó la médica cardióloga en diálogo con Radio Continental.
La doctora Salvati comentó que esta situación no afecta sólo a la cardiología: “Cada vez que nos reunimos con otros profesionales nos plantean problemáticas similares, para las diálisis no están llegando los filtros. Y si el paciente es un paciente que está en diálisis crónica o es un paciente que por un problema cardíaco grave tuvo un shock y tuvo una falla renal aguda, no tener los implementos para la diálisis le puede costar la vida”.
Palacios, afirmó que toda esta situación grafica claramente que la salud no es una prioridad en nuestro país. “La medicina está desatendida, y no por los propios médicos, que hacemos esfuerzos sobrehumanos -muchas veces trabajando sin los recursos mínimos necesarios- sino por el propio sistema y por las autoridades que deben velar por brindar un servicio de calidad a la población. En gran medida, es por eso que muchos profesionales emigran al exterior o viajan a hacer guardias y prácticas a los países vecinos, recibiendo retribuciones muy por encima de las que se ofrecen en la Argentina”, destacó.
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en la Argentina y en el mundo. Según el último reporte de Estadísticas Vitales de la Dirección de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del Ministerio de Salud de la Nación, en 2021 se registraron en nuestro país 107.403 fallecimientos por las enfermedades del sistema circulatorio, entre las que se incluyen las hipertensivas, isquémicas del corazón, insuficiencia cardíaca, enfermedades cerebrovasculares, ateroesclerosis y demás enfermedades del corazón y del sistema circulatorio. En conjunto, este grupo de patologías relacionadas directamente con la salud cardiovascular representa 1 de cada 4 (26,1%) defunciones por causas conocidas en nuestro territorio.
“Cincuenta años atrás, el único recurso para tratar el infarto y las obstrucciones vasculares cuando se estaban transitando los primeros pasos era el by-pass coronario. Hoy, la cardioangiología dispone de la posibilidad de realizar procedimientos de revascularización mínimamente invasivos como una angioplastia, que le permiten al paciente volver a su casa en el día o luego de una noche de internación, y retomar sus tareas habituales en menos de una semana. Sin embargo, muchas veces nos encontramos con que nos faltan elementos fundamentales para llevar a cabo estos procedimientos. Estamos a punto de retroceder 50 años en la atención del infarto”, disparó el doctor Marcelo Halac, cardioangiólogo intervencionista, Secretario del CACI.
“No poder actuar sobre la urgencia coronaria con la realización de una angioplastia primaria o con neurointervencionismo -en el caso de un ataque cerebrovascular-, puede traer aparejadas consecuencias gravísimas como un aumento de la discapacidad asociada al episodio o directamente un incremento de la mortalidad”, completó el doctor Cisneros.
“Nadie quiere arriesgar, ni perder dinero. Los importadores retacean insumos, las obras sociales y prepagas demoran autorizaciones y pagan las prácticas en plazos extendidos afectados por la inflación, las autoridades sanitarias no toman cartas en el asunto y las clínicas y hospitales terminan siendo testigos involuntarios de una problemática que afecta directamente la atención programada y las urgencias. En definitiva, somos los médicos los que debemos dar la cara con el paciente e intentar resolver su problema de salud con los pocos medios que tengamos a nuestro alcance”, concluyó Palacios.
La gravedad de la crisis médica por falta de insumos no puede esperar, como así tampoco la necesidad de miles de tratamientos para salvar la vida de las personas.
Infobae