
El obispo de Chascomús, monseñor Juan Ignacio Liébana, recibió al candidato de Fuerza Patria de General Belgrano, Ariel Valcarlos, en un encuentro catalogado como “altamente positivo y esperanzador”.
La charla de Valcarlos con el prelado diocesano giró en un análisis “de un mundo con una crisis social y económica grave, donde se pierden valores esenciales, donde muchas veces prima la violencia, la polarización, la fragmentación, ser servidores de la amistad social, es un signo de esperanza”.
Liébana que constituyó la Comisión Diocesana de Pastoral Social, al que definió como «un organismo de reflexión, animación, articulación y acompañamiento de la acción pastoral en los diversos ámbitos de la vida social, económica, política y cultural, inspirada en el Evangelio y en la Doctrina Social de la Iglesia», compartió conceptos con Valcarlos sobre la importancia del diálogo en un marco de respeto a todos los sectores.
El belgranense que quiere llegar al Concejo Deliberante como “la voz de la familia” planteó los lineamientos en que gira la campaña de Fuerza Patria: “Para ordenar la ciudad, unirla y ponerla en movimiento, la única forma de construir la defensa del modo tranquilo que nos enorgullece es cuidar “nuestra casa”, tal como nos dicen las familias en cada visita que tenemos en los barrios”.
En la reunión se habló que asumir la realidad social es compleja y nadie la puede abordar solo ni tampoco una sola institución. La necesidad de trabajar en red y poner resistencia a lo que daña a las familias, generando condiciones para pensar juntos el desarrollo de una comunidad como General Belgrano.
Tanto Liébana como Valcarlos, hombre ligado a la educación, se hicieron un tiempo para analizar el momento que viven los jóvenes, que “con frecuencia, ven que sus sueños se derrumban. Es triste ver a una juventud sin esperanza, cuando el futuro se vuelve incierto, cuando los estudios no ofrecen oportunidades y la falta de trabajo amenaza con destruir los deseos. La ilusión de las drogas, el riesgo de caer en la delincuencia, la ludopatía a través de los juegos de azar que lo tienen al alcance de las manos en sus celulares y la búsqueda de lo fácil crean en ellos confusión y oscurece la belleza y el sentido de la vida. Un signo de esperanza son las instituciones que trabajan con programas orientados esa problemática”. Allí Valcarlos profundizó en los alcances que tiene el Espacio Cultural “Utopías” que conduce, acentuando que “en la unión tenemos que crear oportunidades para que nuestros jóvenes puedan armar su proyecto de vida en General Belgrano”.-
