El desempleo subió al 7,7% y afecta a 1,7 millones de personas en todo el país

Creció 0,8 puntos porcentuales en el primer trimestre del año respecto de igual período de 2023, según cifras del Indec

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Por Carlos Manzoni (LA NACION)

La tasa de desempleo de la Argentina se ubicó en un 7,7% en el primer trimestre del año, frente a un nivel de 5,7% en el trimestre previo y de un 6,9% en igual período del año pasado. Esta cifra de desocupados, que representó un aumento de 0,8 puntos porcentuales respecto del mismo período de 2023, fue informada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

Se trata del primer trimestre completo desde que asumió Javier Milei y comprende un período en el que la economía atravesó lo que, según estiman los analistas, fue el peor momento del año. En efecto, según confirmó también ayer el Indec, el PBI cayó 5,1% en el primer trimestre de 2024, en un contexto de fuerte baja del consumo y de la producción industrial.

Según la publicación oficial, en la Argentina hay 1,1 millones de personas desempleadas y 13,1 millones de trabajadores ocupados –de los cuales 9,8 millones son asalariados y 3,3 millones son no asalariados–. Todo esto en un contexto de una población económicamente activa de 14,2 millones (48% del universo de 29,6 millones que representa la Encuesta Permanente de Hogares, que abarca 31 conglomerados urbanos); pero al calcular una proyección al total del país, la cifra de desocupados arroja 1.740.816 personas.

Al entrar en detalle sobre la composición de este dato de desempleo, se puede observar que en la población de 14 años y más la tasa de desocupación fue de 8,4% para las mujeres, y de 7% para los varones. Asimismo, entre las regiones, las que mostraron la mayor tasa de desocupación fueron Gran Buenos Aires y Pampeana, con 9% y 6,8%, respectivamente. “Al mismo tiempo, se destaca que la región con menor tasa de desocupación fue Cuyo (4,5%)”, especificó el Indec.

El economista Jorge Colina, director del Instituto para el Desarrollo Económico Argentino (Idesa), opinó que esta caída en la ocupación total se explica por disminución del empleo informal. “El empleo asalariado registrado en empresas se mantuvo casi constante”, remarcó el especialista.

Para Colina, el hecho de que el trabajo informal disminuya representa un indicio fuerte de que se sintió la falta de empleo. “Otro indicio en el sentido de falta de empleo es que se incrementaron también los ocupados demandantes de más horas de trabajo. El golpe inflacionario más la falta de empleo hizo que mucha más gente necesitara trabajar más horas, pero, al salir a buscarlas, no las consiguió”, interpretó el economista.

Algunos analistas observaron que el dato no es tan desalentador. Ese fue el caso de Leo Tornarolli, economista del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (Cedlas) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), quien escribió en su cuenta de X: “El desempleo fue 7,7% en 1er trimestre. Subió, pero no es mucho más alto que un año atrás (6.9%). Pasa algo que vengo pensando hace un tiempo: debería haber una crisis muy profunda para volver a ver las tasas de desempleo abierto que tuvimos en crisis pasadas”.

En tanto, el economista Claudio Caprarulo, director de la consultora Analytica, comentó que los datos oficiales confirman el aumento que ya se reflejaba en otros indicadores. “Hay un incremento del desempleo y también de los que tienen trabajo, pero buscan otro o quieren trabajar más horas. El salto en la desocupación respecto al cuarto trimestre es similar al que se dio en el primer trimestre del 2017 y 2018″, subrayó. Y agregó: “Las diferencias a nivel regional son altas, con Corrientes, Jujuy y Chubut como las más perjudicadas, junto con CABA, Bahía Blanca y los partidos del Gran Buenos Aires”.

Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social Argentina, de la Universidad Católica Argentina (UCA), destacó que la suba del desempleo fue menor a lo que se esperaba, teniendo en cuenta la caída de actividad y del consumo. “Ahora, en ese contexto, lo que sí se observa es un aumento de la tasa de demandantes de empleo. Hubo un mayor deterioro del empleo, tanto de los asalariados como de los no asalariados”, afirmó.

Salvia precisó que este aumento del desempleo implica 280.000 puestos de trabajo que se han perdido entre el cuarto trimestre de 2023 y el primer trimestre de este año. “Como surge de los registros oficiales, menos de la mitad de esta cifra, unas 100.000 personas, se debe al empleo registrado, mientras que el resto corresponde a informales y cuentapropistas, que han visto mermada su demanda debido a la caída del poder adquisitivo de la clase media”, explicó el especialista.

Perfiles más afectados

No es casual que, al escudriñar hacia el interior de los datos aportados por el Indec, se vea que quienes estuvieron más afectados por la pérdida de empleo fueron los jóvenes (tanto varones como mujeres) y los hombres adultos, que habitualmente constituyen el perfil de trabajador que tiene fuerte presencia en el empleo informal o de cuentapropista. Se trata, principalmente, de trabajadores de baja o mediana calificación.

Con vistas a lo que viene, Salvia opinó que probablemente este fenómeno que explica la suba de la desocupación, con mayor peso de los informales y los cuentapropistas, se siguió produciendo en el segundo trimestre del año –período próximo a finalizar, pero cuyos datos se conocerán más adelante–. A la hora de proyectar lo que puede arrojar el tramo abril, mayo y junio, el especialista vaticinó que interanualmente habrá un alza del nivel de desempleo, cierta caída de actividad y un deterioro importante de los trabajos por cuenta propia y los no asalariados.

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