
El Gobierno consideró que establecer pesos mínimos es “innecesario”, dado los conocimientos y las herramientas de gestión con las que cuentan los productores ganaderos
La Secretaría de Agricultura derogó una serie de normas que establecían pesos mínimos de faena para el ganado bovino, por entender que esas decisiones correspondieron a tiempos de una “creciente intervención estatal” y que en la práctica son “innecesarias”, dados los conocimientos técnicos y capacidad de gestión de los productores del sector.
La medida se concretó por medio de la resolución 98/2025, publicada esta semana en el Boletín Oficial, por la que quedaron sin efecto las resoluciones 68/2007 de Agricultura y 547/2008 de la ex Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca) y sus actualizaciones.
“Regulaciones soviéticas”
La decisión de Agricultura fue apoyada por la dirigencia del sector y entre los mensajes de apoyo se conoció el del vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentina (CRA), Néstor Roulet, quien dijo en redes sociales que se esa forma se da “otra posibilidad al criador de sacar el ternero bolita”, como se conoce a la especie de entre 9 y 10 meses, con un peso de 260 a 300 kilos, caracterizado por una carne magra y tierna.
“Muchos me dirán que se pierden kilos de carne, para eso saquen retenciones al novillo pesado y se forme el mercado de altos precios para que paguen bien el ternero”, agregó.
Por su parte, el subsecretario de Prensa, Javier Lanari manifestó en un posteo de la red X que con las medidas derogadas “intervinieron el mercado con todo tipo de regulaciones soviéticas”, pero que “ahora se promueve la inversión, el empleo y la innovación sin trabas burocráticas”.
“Paso clave” en los cambios de regulaciones
La Secretaría de Agricultura sostuvo en un comunicado que la nueva resolución constituye “un paso clave hacia un esquema más racional y moderno, en el que el Estado no imponga restricciones innecesarias, sino que acompañe al sector en su camino hacia una mayor competitividad y desarrollo”.
Al respecto, reseñó que desde 2007 “distintas normativas intentaron intervenir en la dinámica del mercado de ganados y carnes mediante la imposición de un peso mínimo de faena, con sus últimas modificaciones en 2018 y 2019, fijando un piso de 140 kg res para hembras y 165 kg res para machos”.
“Sin embargo, la experiencia de casi dos décadas ha evidenciado que tales restricciones no han logrado mejorar de manera sostenida la productividad ni la calidad”, argumentó, además de señalar que “el peso medio de faena presenta importantes oscilaciones desde 1998, derivadas principalmente de factores climáticos, condiciones del mercado, restricciones a las exportaciones, y precios relativos, más que del cumplimiento de la normativa sobre peso mínimo”.
Evidencia internacional
Asimismo, se remitió a la “evidencia internacional” que indica que “países sin este tipo de regulaciones han alcanzado pesos promedio significativamente superiores, confirmando que la eficiencia productiva no depende de este tipo de intervenciones”.
“Esta medida responde a la necesidad de eliminar regulaciones que, lejos de contribuir al desarrollo del sector, demostraron ser ineficientes y contraproducentes para la producción ganadera” y además “busca dinamizar la economía y liberar el potencial de los sectores productivos del país, eliminando trabas burocráticas y promoviendo un entorno propicio para la inversión, el empleo y la innovación”, completó.
BAE Negocios